domingo, 5 de octubre de 2008

LOS ENIGMAS DE "LA GIOCONDA"






LA SONRISA

Margaret Livingstone, experta en percepción visual, declaró que la sonrisa es una ilusión que aparece y desaparece debido a la peculiar manera en que el ojo humano procesa las imágenes, pero para concretar la solución se utilizó un softwere que media las emociones. Esta aplicacioón desveló que La Gioconda estaba un 83% feliz, un 9% disgustada, un 6% temerosa y un 2% enfadada.El software se basa en rasgos como la curvatura de los labios y las arrugas producidas alrededor de los ojos. Tras obtener las mediciones, se compara con una base de datos de expresiones faciales femeninas.

EL EMBARAZO

Las manos sobre el vientre han hecho pensar a varios investigadores que la modelo se encontraba embarazada en el momento de posar.Para esclarecer esta teoría, un grupo de investigadores utilizaron un escáner de infrarrojos en tres dimensiones. Aprte consideraron que el velo de gasa fina y transparente, enganchado al cuello de la blusa, era una prenda que solían llevar las mujeres embarazadas.

Por otro lado, el estudio reveló el peso (63 kilos) y la estatura (1.68 m) de la modelo, así como que llevaba un moño en el pelo cubierto por un bonete detrás de la cabeza, que el cuadro fue colocado en el cuarto de baño del rey Francisco I y que no aparece ningún mensaje secreto en ninguna de las capas de la pintura, como se contaba en la novela El Código Da Vinci.

EL TITULO

El título oficial de la obra es Gioconda, que se justifica debido a que Giocondo era el apellido del esposo de la retratada, Lisa Gherardini.
Este título aparece documentado por vez primera mucho después de la muerte de su autor, por lo cual no pudo ser Leonardo quien le pusiese dicho título. por otro lado, se sabe que Leonardo no acostumbraba titular sus obras.

EL ROBO

Un comerciante argentino llamado Eduardo Valfiemo convenció al carpintero italiano Vincenzo Perugia (ex empleado del Museo del Louvre) para que robase el cuadro, con el fin de venderlo por una cifra millonaria.Valfiemo hizo negocio con cinco coleccionistas estadounidenses y un brasileño, a quienes les vendió falsificaciones realizadas por el pintor Yves Chaudron a cada uno por trescientos mil dólares.La pintura fue recuperada dos años y ciento once días después del robo, registrándose la captura de Perugia. El detenido, intentó vender el cuadro original al director de la Galleria degli Uffizi, Alfredo Geri, quien se hizo acompañar de la policía. Perugia alegó que el robo había sido perpetrado para devolver la obra a su verdadera patria, y que él sólo era víctima de un estafador; el jurado lo sentenció a varios años de prisión. Antes de regresar al museo, la pintura se exhibió en Florencia, Roma y Milán. En 1931, Valfierno contó su historia a un periodista estadounidense, revelando la identidad de los estafados con las falsificaciones.
Tras dicho robo, algunos pintores afirman que puede dudarse de la originalidad del cuadro en exhibición, puesto que fácilmente puede ser una copia

2 comentarios:

Laura Astilleros dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Me ha parecido bastante interesante, sobre todo la cantidad de cosas que se pueden llegar a saber mediante maquinitas de un cuadro...increible xD.
Felicidades por tu entrada (esta me ha gustado mas que la de la higiene jijijiji)