domingo, 12 de octubre de 2008

"MARTÍN LUTERO"


Martín nació el 10 de noviembre de 1483 en Eisleben, Alemania.Lutero ingresó en la Universidad de Erfurt cuando tenía 17 años y siguiendo el sueño de su padre se inscribió en la facultad de de derecho de dicha universidad.

Su vida dió un vuelco cuando regresaba a la universidad tras visitar a sus padres.Un rayo cayó cerca de él y dijo "¡Ayuda Santa Ana!""¡Me haré monje!", y entonces fue cuando decidió entrar en el monasterio agustino de Erfurt el 17 de julio de 1505. Comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512. Siendo ya profesor comenzó a criticar la frivolidad en la que vivía gran parte del clero y también el que las bulas eclesiásticas fueran usadas impropiamente.

Las protestas de Lutero fueron subiendo de tono hasta que, a raíz de una campaña de venta de bulas eclesiásticas para reparar la basílica de San Pedro, decidió hacer pública su protesta redactando 95 tesis que clavó a la puerta del castillo de Wittenberg (1517).

La Iglesia hizo comparecer varias veces a Lutero para que se retractase de aquellas ideas (en 1518 y 1519); pero en cada controversia Lutero fue más allá y rechazó la autoridad del papa, de los concilios y de los «Padres de la Iglesia», remitiéndose en su lugar a la Biblia y al uso de la razón.
En 1520, Lutero completó el ciclo de su ruptura con la Iglesia, al desarrollar sus ideas en tres grandes «escritos reformistas»: Llamamiento a la nobleza cristiana de la nación alemana, La cautividad babilónica de la Iglesia y Sobre la libertad cristiana. Finalmente, el papa León X le condenó y excomulgó como hereje en una bula que Lutero quemó públicamente (1520); y el nuevo emperador, Carlos V, le declaró proscrito tras escuchar sus razones en la Dieta de Worms (1521). Lutero permaneció un año escondido bajo la protección del elector Federico de Sajonia; pero sus ideas habían hallado eco entre el pueblo alemán y también entre algunos príncipes deseosos de afirmar su independencia frente al papa y frente al emperador, por lo que Lutero no tardó en recibir apoyos que le convirtieron en dirigente de un movimiento religioso conocido como la Reforma.
Desligado de la obediencia romana, Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de san Pablo y de san Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles.
Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del hombre con Dios en la cual desaparecía la función de contacto de la Iglesia entre Dios y el hombre ; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué pertenecer al clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos los creyentes pudieran entender.
También negó otras ideas recogidas por la Iglesia a lo largo de la Edad Media, como la existencia del Purgatorio o la necesidad de que los clérigos permanecieran sin relaciones; para dar ejemplo, él mismo contrajo matrimonio con una antigua monja convertida al luteranismo. De los sacramentos católicos Lutero sólo consideró válidos los dos que halló reflejados en los Evangelios, es decir, el bautismo y la eucaristía, rechazando los demás.
Al rechazar la autoridad absolutista de Roma, Lutero proclamó la independencia de las Iglesias nacionales, cuya cabeza debía ser el príncipe legítimo de cada Estado; la posibilidad de hacerse con el dominio sobre las Iglesias locales atrajo a muchos príncipes alemanes y facilitó la extensión de la Reforma. Lutero insistió en la obediencia al poder civil, contribuyendo a reforzar el absolutismo monárquico y desautorizando movimientos populares inspirados en su doctrina, como el que desencadenó la «guerra de los campesinos» (1524-25).
La extensión del luteranismo dio lugar a las «guerras de religión» que enfrentaron a católicos y protestantes en Europa a lo largo de los siglos XVI y XVII . El protestantismo acabó por consolidarse como una religión cristiana separada del catolicismo romano; pero, a su vez, también se dividió en múltiples corrientes, al aparecer disidentes radicales en la propia Alemania (como Thomas Münzer) y al extenderse el protestantismo a otros países europeos en donde aparecieron reformadores locales que crearon sus propias Iglesias con doctrinas teológicas diferenciadas (como en la Inglaterra de Enrique VIII o la Suiza de Zuinglio y Calvino).

3 comentarios:

Jose L dijo...

Hola, felicidades por el post, muy interesante.

Anónimo dijo...

Buena entrada, sigue así ;D

sandra dijo...

elenuski!!una buena entrada..un besito =D